El día lunes, 26 de septiembre de 2016, Colombia, representada por su Presidente Juan Manuel Santos, luego de casi un lustro, firmo un acuerdo negociado con las FARC-EP en presencia de varios líderes de la comunidad internacional que debia ser ratificado por el pueblo clombiano el 3 de octubre del mismo año. Esto, no fue así, ese dia los votantes rechazaron los acuerdos de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP). No rechazaron la paz. No señor. ¡Lo que se rechazó fue el precio que se le quiso poner a la paz! Las consecuencias políticas de plebiscito del domingo estan por venir. Por ahora, quedan mas preguntas que respuestas, por ejemplo: ¿Porque firmar los acuerdos antes de ser ratificados por los colmbianos, que al fin al cabo son los dueños de la soberania? La respuesta, podría ser que Santos enviaba un mismo mensaje a tres destinatarios: A los colombianos, porque si decían NO “la guerra volvería esta vez a las zonas urbanas con mas violencia”; la otra al ex- presidente y ahora su adversario político Alvaro Uribe, para demostrarle quien es el que “gobierna el país” y la ultima. no menos importante a los miembros del comite que evaluaba el premio nobel de la paz. A todos no llego el mensaje de la misma manera, el pueblo colombiano que se expreso por el NO, le respondió a Santos que la Paz era necesaria, pero no, al precio en que se había negociado. A Uribe, en la misma tónica que la mayoría de los votantes que aunque ya se hubiera firmado, algunos términos debían ser revisados, asimismo, que había que reunir un mayoritario consenso entre los colombianos: Las dudas y reservas sobre las que una renegociación del acuerdo de paz tendrá que ofrecer una respuesta se refieren, entre otras, a la vinculación de las FARC con el narcotráfico, a la entrega de las armas mediante un procedimiento verificable y confiable, a las reparaciones a las víctimas, y al enjuiciamiento y castigo severo de los responsables de crímenes de lesa humanidad. A mi juicio, este último punto es de crucial importancia.
: la tercera, a la comisión del premio que esta ya se había logrado y que en consecuencia el premio era de el. Esto, se confirmo el amanecer del día 7 de octubre cuando se suo de los resultados alcanzados. A este punto surge otra pregunta: Vale mas el Premio Nobel de la Paz que el destino de los acuerdos? o para graficarlo mejor: “Es mejor un pájaro en la jaula que mil volando? No. Al término de la Segunda Guerra Mundial, el tribunal de Núremberg, primero, y la Asamblea General de la ONU, después, sentaron las bases del Derecho Internacional Penal. El principio central es que no puede haber impunidad por crímenes de lesa humanidad u otros crímenes internacionales, que no hay inmunidad para nadie, y que estos delitos son imprescriptibles. ¡No lo olvidemos! La Corte Interamericana de Derechos Humanos así como otras instancias internacionales respecto de graves violaciones de derechos humanos han emitido pronunciamientos al respecto y que ya son jurisprudencia. . Sacrificar la justicia no puede ser el precio de la paz. Durante las negociaciones para llegar a los acuerdos de Paz, se hizo evidente que cualquier acuerdo con las FARC implicaría un compromiso importante por parte del gobierno. Los miembros del Secretariado Nacional, que conducen a las FARC-EP, militantes de izquierda no tendrían ninguna razón para desmovilizarse si la desmovilización significaba el encarcelamiento o la extradición a los Estados Unidos, pero en el fondo existe una razón de peso muy importante: ellos estan envejeciendo, por eso, naturalmente, insistieron en la amnistía por sus crímenes. Otro aspecto que será objeto de revisión, es el tema de la participación política, en torno a la cuestión de si la lucha de cinco década de los rebeldes contra el gobierno daría lugar a ganancias políticas, también fue central para golpear los tratados. La dirección de las FARC no se movio de esos dos puntos, y las concesiones del gobierno resultaron ser demasiado difícil de tragar para los votantes colombianos. (Menos del 40 por ciento de los votantes se presentaron a las urnas, y el acuerdo fue alcanzado por un margen de 50,2 a 49,8 por ciento, menos de 100.000 de los 13 millones de votos emitidos.) ¿Que opina el resto que sigue siendo la mayoría?
Las FARC y el gobierno ahora tendrán que determinar si es aún posible negociar un nuevo acuerdo que satisface las demandas de todos los involucrados - sobre todo cuando se tiene en cuenta la razón por la original fracasó. Lo más probable es que fracasó debido a que los colombianos pensaron que era demasiado indulgente con los rebeldes. Bajo los términos del acuerdo, los miembros de las FARC habrían sido excusados de la mayoría de los crímenes cometidos durante la insurgencia. Oro aspecto, no menos importante que los anteriores, fue el tema de la participación política de los rebeldes, quienes habrían recibido algunos escaños en ambas cámaras del Congreso.
!Que fácil¡ este, fue otro aspecto del que se agarraron los votantes. En el espectro históricamente conservador y centrista de la política colombiana, las ideas expuestas por las FARC de extrema izquierda han sido relegadas a la periferia política, por lo que los votantes probablemente estaban reacios a permitir que miembros de las FARC-EP participarán en el Congreso. Por ultimo, esta el tema de los subsidios financieros a los miembros de las FARC-EP durante el proceso de desmovilización fue probablemente otro punto de contención. Mientras que millones de colombianos trabajan mas de 40 horas semanales para lograr un salario mínimo, los desmovilizados son premiados con un sueldo sin trabajar. ¿SE LOGRARA FINALMENTE LA PAZ?
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