En Venezuela, se nos ha pretendido imponer un sistema de gobierno a ultranza, un modelo fracasado y cuyas consecuencias son aun impredecibles. Se nos ha querido vender un Socialismo del Siglo XXI, que nadie entiende como un sistema que nos brindara la suma máxima de felicidad posible, y eso mi querido lector, es imposible, utópico e inalcanzable. De manera pues, que cuando un gobierno o un partido pretenden imponer una ideología política que no tiene ni pies ni cabeza cuando nos dicen que somos un país rico, que ser rico es malo, por una parte; mientras que por la otra en vez de incentivar la producción para incrementar la oferta de bienes y servicios y que gozamos de una soberanía alimentaria y que con Chavez tenemos patria, cuando en realidad importamos la gran mayoría de lo que comemos o utilizamos y hasta últimamente hasta petróleo estamos importando; cuando pretenden excluir a determinados individuos o determinadas
naciones, o cuando llegan a arbitrar incluso en controversias que sólo pueden resolverse mediante la experiencia o el razonamiento, no basta ya con hablar,
siguiendo una forma banal de la opresión de los individuos por la colectividad.
Se trata entonces de la intervención ilegítima de una colectividad política en la actividad de una colectividad
espiritual o, en otros términos, de la raíz misma del totalitarismo. "El invento más
temible del totalitarismo es precisamente el de la subordinación de la múltiples
obras de que el hombre es creador a la voluntad exclusiva, de un partido o, a
veces, del hombre".
Los intentos del totalitarismo al estilo criollo, son esfuerzos radicalmente reaccionarios de retroceder a la sociedad venezolana al estadio primitivo en que las disciplinas sociales tendían a imponerse a todos los individuos y a la totalidad de las manifestaciones vitales de cada uno de ellos.
"El historiador que se interroga sobre la causalidad histórica revive en su espíritu los acontecimientos posibles que los actores consideraron o hubieran podido considerar, en las deliberaciones que precedieron la acción."
No olvidemos que la democracia es, en el fondo, el único régimen que
confiesa o mejor aún, que proclama que la historia de los Estados está y debe estar escrita en prosa y no en verso.
El Estado posee el monopolio de la violencia legítima.
Entrar en política es participar en conflictos en los que se lucha por el poder: el
poder de influir sobre el Estado y a través de el sobre la colectividad, ergo en la
sociedad. Al mismo tiempo queda uno obligado a someterse a las leyes de la acción, aunque
estas sean contrarias a nuestras íntimas preferencias y a los Diez Mandamientos se concluye un pacto con
los poderes infernales y se queda condenado a la lógica de la eficacia.
La política es por esencia conflicto entre individuos, es la lucha del poder por el poder. Quien hace política aspira el poder; el poder como medio para la consecución de otros fines o al poder por el poder para gozar del sentimiento de prestigio que el confiere.
Ahora bien cabria preguntarse. ¿Que régimen será capaz de establecer o restablecer la
unidad de la nación? ¿Una vez lograda la unidad del País cual será el rol que cumplirá Venezuela
en el escenario internacional? ¿Qué papel
jugare cuando esto suceda? Eso no lo puedo pronosticar. Pero en uno de los tantos aspectos que me interesan abordar es el relacionado con el tema de la Fuerza Armada, hoy tan desprestigiada y es que la Política partidista debe ser extrañada del seno de la FAN. La acción
partidista es incompatible con el hombre de uniforme. No se puede ser al mismo
tiempo Militar en servicio activo y militante de un partido, ello atenta contra la
institucionalidad legalmente establecida.
La teoría de la causalidad histórica basada sobre la retrospectiva de las posibilidades ( que pasaría si....)
no es otra cosa que la reconstitución aproximada de las deliberaciones que tuvieron o pudieron tener los
actores.
Obrar razonablemente es adoptar, después de haberlo meditado, la decisión que ofrezca más posibilidades de conseguir el objetivo que se pretende y es sencillamente lo que pretendo pensar y actuar de acuerdo a mis convicciones democráticas.
El socialismo que se nos pretende imponer desde el gobierno encuentra
insoportable el hecho de buscar y decir la verdad objetivamente. Este régimen
pretende imponer a las Universidades y ahora a las escuelas y finalmente a la sociedad una doctrina
pretendidamente total, que no es más que una caricatura ridícula de regímenes totalitarios decadentes del siglo pasado
Se nos ha pretendido imponer una doctrina que erige en dogma
proposiciones o esquemas que tienen un significado equivoco y cuyo alcance es
impreciso ya que busca apartarse del campo de la ciencia para caer en el de
mitología
Entre La instauración de un modelo socialista en nuestro país y la democracia liberal que siempre
hemos soñado, existe
un abismo inmenso difícilmente salvable pero esta decepción es en parte inevitable. Por eso este Blog que espero sea de su agrado. Gracias
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