Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil

...Pues como todo poder que se concede con el encargo de cumplir un fin determinado ha de limitarse a la consecución de ese fin, siempre que el fin en cuestión sea manifiestamente olvidado o antagonizado resultara necesario retirar la confianza que se había puesto en quienes tenían la misión de cumplirlo; así, el poder volverá a manos de aquellos que lo concedieron, los cuales podran disponer de él como les parezca más conveniente para su proteccion y seguridad. De este modo la comunidad, conserva siempre un poder supremo de salvarse a si misma frente a posibles amenazas e intenciones maliciosas provenientes de cualquier persona, incluso de los legisladores mismos; pues puede ocurrir que éstos sean tan insensatos o tan malvados como para planear y llevar a cabo proyectos que vayan contra la libertad y la propiedad de los súbditos....
John Locke


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domingo, 13 de agosto de 2017

REPENSAR LAS FAN

Repensar las FAN, es una tarea que debemos emprender radicalmente con el fin de asumir de manera responsable la posibilidad de comprender las condiciones actuales en que se encuentra la Institución para poder pensar realmente cual es el rol que debe cumplir el aparato de defensa de la Nación como institución al servicio del Estado, que no del gobierno de turno y los miembros que la conforman. Se trata entonces de asumir, moralmente en serio, y sin mezquindades el principal reto que se nos avecina, lo que presupone, exige y obliga, a “ser libres de pensamiento”. Tamaño compromiso el nuestro.  

El proceso de reinstitucionalización de la FAN, después de haber sufrido un cambio significativo en lo que debe ser una Fuerza Armada en el Siglo XXI, como es el caso nuestro, debe pasar en todo caso por un proceso de reacomodo que permita volver a construir desde sus ruinas, una verdadera estructura que conceda al país entero volver a tener confianza en su FAN para ganarse de nuevo el respeto de los ciudadanos. Esta confianza, no debe generarse de la crítica cotidiana que hacemos nosotros, sus hijos, sino de la verdadera y necesaria lectura de la realidad que nos circunda de tal manera que podamos producir cambios reales sobre la base de propuestas constructivas en donde la inclusión de los más vulnerables sea una realidad como sujetos primordiales del proceso de cambio que se quiere lograr.

Este desafío de reinstitucionalización de nuestra FAN debe pasar necesariamente por volver a “democratizarla”, en el entendido de que la FAN no es para nada un partido político y sobre todo que no está al servicio de persona o parcialidad política alguna; que la armas que nos entrega la República, son para defenderla de toda amenaza, interna o externa que quiera imponer su voluntad. Me quiero detener aquí para mencionar un aspecto que es puntual en lo que intentamos hacer, y no es otra cosa que la Obediencia. En su artículo "Combate, órdenes y juicio", Keith Nightingale observa que el día D en 1944, "la desobediencia ese día comenzó a ser una virtud compartida". Nightingale señala en el referido articulo que fue la desobediencia decisiva la que creó el éxito en Normandía.
Pero ¿Cómo es esto posible? Incluso el observador más casual de los militares notaría que la obediencia es una virtud militar central, indispensable para el buen orden y la disciplina que caracteriza la empresa militar. Samuel Huntington señala que "la lealtad y la obediencia son las más altas virtudes militares". A continuación cita al estratega naval Alfred Thayer Mahan en la afirmación de que la obediencia es la virtud militar de la que dependen todos los demás, argumentando que un miembro militar es juzgado por la prontitud y eficiencia en la forma en que llevan a cabo una orden, invocando la famosa línea de Henry V de Shakespeare: "Porque si la causa del rey está equivocada, nuestra obediencia al Rey limpiará el crimen de ella fuera de nosotros"
Huntington refleja lo que podríamos considerar como la visión del sentido común de la obediencia, primero que es una virtud y la virtud de la que fluyen todos los demás. Ser un miembro profesional de la FAN, significa ser obediente; Ser desobediente es, por lo tanto, poco profesional. Sin embargo, los juicios de Nuremberg y los acontecimientos de My Lai demuestran que el concepto de obediencia no es tan simple. Se espera que los miembros militares desobedezcan órdenes manifiestamente ilegales o inmorales, de modo que la obediencia no puede ser una virtud incondicional. Esto plantea varias preguntas importantes: ¿Son la ilegalidad y la inmoralidad las únicas circunstancias en las que la desobediencia es una demostración de profesionalidad? ¿Dónde está la línea entre las órdenes que requieren obediencia y las que no lo hacen? ¿En qué circunstancias la desobediencia es profesional? La noción de "desobediencia disciplinada" es útil para entender este concepto. En su discusión sobre el futuro del Ejército de Estados Unidos y las guerras que lucharán, el General de Ejército Mark Milley argumenta que la desobediencia disciplinada será requerida a veces para "alcanzar el propósito más amplio de la misión". Las observaciones de Milley subrayan la idea de que para ser leales o demostrar otras virtudes críticas para el ejército Profesionalismo (como la confianza y la integridad), puede que tenga que ser desobediente. El objetivo es tener soldados que no sean sólo obedientes, sino también leales y que demuestren las otras virtudes del profesionalismo militar. Esto requerirá el ejercicio del juicio sobre los reclamos y compromisos morales; Lo que "moral" significa aquí no es la moralidad individual de la persona sino normas éticas en el contexto de la profesionalidad militar. Cualquier apelación debe ser a esa norma. Esto requerirá más atención y educación en el ejercicio del juicio profesional y la discreción dentro del marco ético del profesionalismo militar para que, al igual que otras habilidades y hábitos mentales esenciales para la profesión, se practique y se desarrolle bien.
En este mismo orden de ideas, la historiadora Elizabeth D. Samet señala que el desarrollo de una república democrática como resultado de la Revolución Americana significó que debían desarrollarse nuevas formas de obediencia y lealtad; El miembro militar es un ciudadano así como un soldado. No se pierde la ciudadanía o la lealtad como ciudadano cuando se alista o se comisiona: "Usado para gobernar en vez de ser gobernado, el ciudadano ilustrado de una república ya no se rendiría a la obediencia abyecta" . Esta idea de roles duales, La identidad de dos miembros de Janus como miembro militar es un punto de partida crítico en esta discusión, ya que comienza con el hecho básico de múltiples lealtades, múltiples compromisos morales y responsabilidades éticas.

Otro aspecto, significativo de este proceso, debe ser el referido al respeto a los DDHH, que si bien es cierto se pude ver como algo sobreentendido, también es cierto que antes y ahora se cometen violaciones de los DDHH individuales y colectivos tanto de los miembros de la institución como de los ciudadanos en particular.
Otro aspecto que debemos tratar, es el “culto a Bolívar”, especialmente el referido al combate ideológico político de los inciertos y turbulentos tiempos que hemos vivido a lo largo de 18 años, para traer a la conciencia de los miembros el daño moral y las res perspectivas  consecuencias que representan la momificación de su pensamiento, en donde el exacerbado “bolivianismo”,  que en el pasado había quedado para la celebración de fechas patrias, a partir de 1992 hicieron pensar a los que lo invocaron como si sus reflexiones, las de Bolívar, eran casi premonitorias hasta llegarlas a imponer en forma de credo.

El propósito general de lo que intentamos hacer, es reflexionar sobre las dificultades de repensar la FAN. Nada les parecerá más extraño que esto. Muchos se estarán preguntando: ¿Acaso no nos sabemos de memoria cual es el rol de la FAN o que son ellas? Sin embargo, estas reflexiones, es el sentido más decisivo que se le puede otorgar a la pregunta de Repensar la FAN. Tenemos que definir muy bien entonces lo que son nuestras “ideas” y nuestras “creencias”, nuestros “principios y “valores” y será entonces que, a través de nuestros pensamientos, podamos entonces repensar la FAN y en este sentido paradójicamente pensar en Venezuela. Esto, lo hago, como un llamado nostálgico y aleccionador, y porque no decirlo, como un llamado, que nos permita recuperar la fe perdida.

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