Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil

...Pues como todo poder que se concede con el encargo de cumplir un fin determinado ha de limitarse a la consecución de ese fin, siempre que el fin en cuestión sea manifiestamente olvidado o antagonizado resultara necesario retirar la confianza que se había puesto en quienes tenían la misión de cumplirlo; así, el poder volverá a manos de aquellos que lo concedieron, los cuales podran disponer de él como les parezca más conveniente para su proteccion y seguridad. De este modo la comunidad, conserva siempre un poder supremo de salvarse a si misma frente a posibles amenazas e intenciones maliciosas provenientes de cualquier persona, incluso de los legisladores mismos; pues puede ocurrir que éstos sean tan insensatos o tan malvados como para planear y llevar a cabo proyectos que vayan contra la libertad y la propiedad de los súbditos....
John Locke


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domingo, 23 de octubre de 2016

LLEGO LA HORA




LLEGO LA HORA
¿Quien soy Yo?… ¿Quien soy Yo para dirigirme a ustedes?…
Por: Regulo Diaz V. Ciudadano Venezolano, amante de la LIBERTAD

Las preguntas la tomo del discurso pronunciado por el profesor y filosofo L. Castro Leiva (+), al ser invitado como orador de orden del Congreso Nacional en ocasión del XL aniversario del 23 de enero de 1958. Precisamente, tomo como referencia esa pieza de oratoria, porque fue el 23 de enero de aquel lejano año, que los venezolanos rescatamos la democracia. “Ese «espíritu del 23 de enero» nos dio entonces causa para la libertad y causa de orgullo para pensar que había maneras de discernir moral y políticamente la calidad de la paz en historia”. De esas palabras, surge en mi mente un pensamiento que se transforma  a la vez una pregunta: ¿Que diferencia de Paz  hay entre la que teníamos los venezolanos, gracias a la  cuestionada democracia puntofijista, hasta la paz que nos dimos desde que Chavez llego al poder mediante el sufragio y que como si de una menarquia se tratara, la traspaso a su "hijo" Maduro?. Yo, evoco esa paz que fue conquistada por las Fuerzas Armadas Nacionales (FAN) y la tenacidad de Romulo Betancourt, que venció la insurrección guerrillera, la del desembarco de “Machurucuto”, y que continuaría con los siguientes periodos democráticos, esa Paz que nos dio  esa FAN, que no FANB, que se apegó a la Constitución de 1961 después de que se nos pretendió alterar dos veces en 1992; esa paz que nos guste o no, está plasmada en la de la Republica Bolivariana de Venezuela, y que como en aquella, "la moribunda" y también en esta "la bicha" deben cumplir y hacer cumplir las hoy FANB, aquellas que en 1958 manifestaron junto al soberano su descontento por los resultados del plebiscito o referéndum, las mismas que hoy se disputan un lugar entre las instituciones mas despreciadas por los venezolanos cuyo origen es precisamente su participación como brazo armado de la revolución. Hecho este discernimiento moral y político, hecho historia, es que tenemos que discernir, sobre La Paz que nos dimos, en la mal llamada IV Republica, La Paz que tenemos  en la V y La Paz que queremos de aquí en adelante, cuando éramos felices y no lo sabíamos. Tamaño compromiso que tenemos los Venezolanos en estos días. Sin más, paso a dar respuesta a las dos incógnitas que me planteo al escribir estas lineas. La respuesta a la primera interrogante: ¿QUIEN SOY YO? Yo, soy un ciudadano Venezolano, con los derechos que como tal me otorga nuestro contrato social, ese mismo que aprobó la mayoría de nuestros compatriotas y que muchos rechazamos, pero que hoy abrazamos como Ley Fundamental. Soy Venezolano, como tal, ejerzo mi i consagrado derecho de soberanía, algo que nadie hará por nosotros. Escribo esto, porque tengo la necesidad y sobre todo el deber de expresarme como ciudadano, de expresarme políticamente y para defender mi ideas y ser quien soy, un amante de mi País, amante de la ley,  y sobre todo, amante de la Libertad. Y... ¿Es que acaso mas del 85% de los venezolanos no se están haciendo la misma pregunta en forma amenazadora? ¿Es que acaso nuestro derecho de hacer política, se lo tenemos que dejar solo a los políticos de oficio y que son ellos los que tienen que hacer todo por nosotros sin que se nos permita ejercer nuestra democracia directa, participativa y protagónica en donde cada ciudadano ejerza su curul de diputado en asambleas ciudadanas y pueda, sin intromisión de los partidos políticos, decidir La Paz que queremos para nuestro País por nuestra propia cuenta y gana?. Simplemente respondo, llego la hora: "La nación es la de quien pueda tener las ganas de encarnarla"....¿Quien más que nosotros para encarar al régimen con la Constitución en la Mano?, o es que acaso preferimos que sean otros los que observando nuestra pasividad decidan por nosotros a causa de nuestra decidía. Llego la hora, de que cada ciudadano, investido o no de autoridad ocupe su curul de ciudadano amante del tesoro mas preciado para un hombre: La Libertad.

A la segunda interrogante: ¿Quien soy Yo para dirigirme a ustedes? Soy, repito un Ciudadano Venezolano que no siendo político de profesión, quiere un cambio verdadero para el País y sus instituciones democráticas, porque la Nación, no son tan solo los políticos que nos representan en la Asamblea Nacional. No. La Nación somos todos. Soy un ciudadano elector que no quiere dejarse subyugar por el poder de la opinión de quieres nos representan y en el caso concreto a quienes nos mal representan en la Asamblea Nacional y que obedecen en algunos momentos demasiado ciegamente a sus instintos, a su inconsciencia y que por ello, nos hacen mal a nosotros, a ellos mismos, a su familia, a la política, a la república, a la democracia y en resumen a la Nación como un todo... Cesen entonces de escuchar lo que sólo a ustedes les interesa y oigan lo que les dice la razón. Escuchen al soberano.
Yo, como tantos otros venezolanos de a pie, también quiero sentirme orgulloso de los partidos políticos que integran la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) porque a ellos le debemos, en parte, el rescate de nuestra soberanía, esa que aparece en el articulo 5º del librito azul que para el régimen es un sucio papel toalet después de utilizarlo y que en este momento quiero recordar: “Art.º 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.” Por esto es preciso defender el logro más importante de nuestra sociedad y de nuestra historia republicana: La idea y la práctica de «vivir en común», en paz, intentando hacer en nuestra república una democracia participativa, protagónica y de mandatos revocables. El jueves 21 de octubre de 2016, fue para los venezolanos como aquel 15 de diciembre de 1957, día el que el régimen, desdeñando lo que tenemos por derecho desde que nacimos como Res-Publica, nos intenta quitar nuestro κράτος (krátos, que puede traducirse como «poder»), nuestro poder de decidir qué es lo que queremos, es decir el derecho de la mayoría a que se adopte su posición cuando existen diversas propuestas. Yo, Si Quiero la Paz, esa a que hice referencia brevemente, pero no a cualquier precio, y mas cuando se trata de perder la libertad.


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