<< El que sirve
una revolución ara en el mar >>
S. Bolívar, Carta a
J.J.Flores 09 nov. 1830
Simón Bolívar,
el padre Libertador, bajo al sepulcro el 17 de diciembre de 1830, Hugo Chavez,
183 años después, sin haber hecho su sueño realidad, y lo que al principio, Colombia fue la Unión,
luego de su muerte quedo como una ilusión, es decir la desintegración de una
República ante la aparición de tres estados independientes (Colombia, Venezuela
y Ecuador). Hoy parece que esa proyección permanece en el tiempo y en el
espacio, en manos de la Revolucion del Siglo XXI y la creación del Partido
Socialista Unido de Venezuela, que en franca contradicción lo que nace
“partido” no puede ser jamas “unido”, pero la “unidad” si puede “partirse”.
Quisiera
detenerme, antes de continuar, para precisar sobre dos aspectos fundamentales
del pensamiento Aristotélico; el primero de ellos es el referido a los sueños. Aristóteles
en su opúsculo “Acerca de la profecía por medio de los sueños” afirma que: “ Dado que todos los hombres o la mayoría conceden
importancia a sus sueños, la profecía parece fundada en la experiencia y no
deja por esto de tener alguna razón” (Aristoteles, 1928)
“ Que muchos
sueños no se realicen no es extraño….Así, de las cosas que deben ser realizadas
por la acción humana, muchas, aunque muy bien planteadas, son por la operación
de otros principios mas poderosos, reducidas a la nada”(Aristoteles, 1928)
Des esta
forma podemos pensar que la gesta soñada es un principio y este es el segundo
aspecto al cual quiero referirme, aunque
no se haya consumado. En palabras de Aristóteles: “Pero sin embargo, debemos sostener que aquellos comienzos, desde donde
dijimos no se sucede una consumación, son verdaderos comienzos, y estos
constituyen señales naturales de ciertos eventos, aunque estos no lleguen a
ocurrir” (Aristoteles, 1928) .
Según Aristóteles
“Es entonces común que todo comienzo sea el primer punto desde donde una cosa
llega es o llega a ser conocida; pero entre los comienzos, algunos son
inmanentes a la cosa y otros se encuentran fuera de ella”(Aristoteles, 1928)
Si el
principio fue fruto de una gran acción la cual se imprimió en el alma de Bolívar
causando una gran pasión y este dio cuanto pudo para su materialización la
señal del sueño irrealizado esta perdurando aun hoy y Hugo Chávez lo pretendio realizar:
“Así como, cuando algo ha causado un
movimiento en el agua o el aire, esta, la parte movida, mueve, a su vez otra (porción
de aire o agua) y, aunque la causa ha cesado dicho movimiento se propaga hasta
cierto punto, a pesar de que el primer movimiento no este presente….” (Aristoteles,
1928) .
Otro es el caso de las predicciones fundadas en la acción y la experiencia,
pues ocurren en estado de vigilia y a través de la evaluación de la razón
practica
La desilusión
expresada por Bolívar en lenguaje patético al General Juan José Flores el 9 de
noviembre de 1830 ocho días antes de su muerte, puede comprenderse mejor si se
repara en la distinción entre sueño profético y predicción todo ello dentro del
marco de una teoría epocal de la acción política. Es decir el fracaso de la
idea de unión que se convierte para su autor y gestor, por obra negadora de su
existencia, en un sueño irrealizable, es decir en una visión onírica según el
particular sentido aristotélico, lo cual se transforma en un sincrético sistema
de creencias en donde, entre otros elementos, luchan la realidad desencantada y
la idea de un ideal a través de la persistencia de un sueño profético
La Unión, que
pretendía El Libertador, quedo simplemente consagrada como una idea que, con la
desaparición de su principio, paso a integrar un sueño profético con lo cual se
da inicio a una historia <> de una idea que corre un
oleaje paralelo de la historia de los hombres que, con sus acciones, y a la
sombra, profirieron locuciones que la sustentan. Desde entonces y hasta hoy, la
<> ha sido el teatro de la política “bolivariana”,
resultando, por consiguiente, mas que probable que esa concepción de la
historia haya llegado a constituir una particular filosofía de la historia política
latinoamericana, especialmente la de aquellos países, como Venezuela, que vivieron
y hoy pretende aun el gobierno de Nicolas Maduro, vivir de la sombra inalcanzable de Hugo Chávez,
de algún modo bajo la ilusión integradora de una unidad política bolivariana,
que asi como los sueños no suelen realizarse.
No fue ni es
aventurado afirmar que el discurso político de Hugo Chávez, y que con menos
impacto y mas retorica se esfuerza por imitar Nicolas Maduro, en la implementación
del Socialismo Marxista del Siglo XXI sea sensible a la tentación de querer
cambiar la historia. Evidencia abundante de esto existe en el empleo frecuente
de oraciones o pasajes históricos donde se pretende utilizar el pensamiento
bolivariano o los hechos históricos de la guerra de independencia en diversos y
variados sentidos. Acostumbrados hoy al uso de procedencia Marxista del termino
progreso veíamos parcialmente mal si
– sin invocar a Marx – descubriéramos a Bolívar como un progresista en ese
mismo sentido y con igual intención y posibilidades semánticas que la de C.
Marx.
La cuestión
fundamental consiste, entonces, en indagar las condiciones y el sentido que
tienen el conocimiento histórico en general y el político en particular. Pero
para esto se hace necesario descubrir un nuevo paradigma de comprensión de la acción
política y la conciencia del valor de las libertades publicas es decir la
fuerza de la moral como conquista de la sociedad venezolana desde la Independencia.
Desaparecida
la causa, desvanecido el principio, los surcos del mar movidos una vez por el
“verdadero comienzo” seguirán propagando sus ondas oníricas hasta el completo
adormecimiento, o desaparición. (Leiva, 2005)
“Consumados
los hechos y perpetradas las acciones de desintegración, el resultado adverso
hace evidente la vanidad de las acciones iniciales y de su unidad praxeológica:
La Revolución.” (Leiva, 2005).
Todo esto, para volver al principio: ¿Y la Union? Podra decirse entonces que el padre Libertador y quien pretende estar por encima de el, a quien llaman "el supremo" ¿descansar en paz?
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